Muere leyenda cultural y del tango en Manizales.

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Cortesía Club Del tango

Más de 60 niños y adolecentes danzan mirando al cielo para mostrarle a Mamá Bertha que su legado perdurará.

El pasado jueves 13 de septiembre siendo las 11:00 de la noche, el corazón de María Bertilda Valencia Corredor deja de palpitar tras sufrir problemas renales, y del órgano vital: el corazón. Noticia que opaca la cuidad en Festival Internacional de Teatro, porque fallece una de las mujeres más importantes para la cultura del tango y en dicho festival, Argentina fue el país invitado de honor, patria que a los 6 años adoptó a Mamá Berta.


Así era conocida en la ciudad, dedicó gran parte de su existencia, para que en Manizales el tango fuera un ritmo bailado con pasión y amor. Muchos se preguntan ¿será que con la muerte de Mamá Bertha culmina una subcultura de este ritmo gaucho? David Marín integrante del Club del tango, creado hace 37 años por María Bertilda y su esposo, quién también falleció hace un mes, asegura que: “Nunca dejo de preguntar casi diario, cómo iba el club, cómo iban sus pupilos” es por esto que jóvenes y niños amantes de éste género musical seguirán luchando por llevar en alto los designios y sueños de Mamá Bertha.

Todos los días a las nueve de la mañana, abren sus puertas a esperas de bailarines apasionados, con sueños, y aspiraciones, como lo es Santiago Muñoz que con 15 años de edad, ha dedicado 7 años, dejando atrás los parques, las piscinas, la bicicleta, los carros, las motos, por aprender y tatuar en su mente y su cuerpo cada paso. Su sueño más anhelado es poder viajar Argentina: “Quiero comer churrazco, bailar en la calle un tango de Julio Sosa, mi artista favorito, para que todos me vean”

Es inevitable hablar de su legado cultural y moral de Mamá Berta, mujer de sueños, luchadora incansable, ya sus años y su muerte congelaron sus pasos, muchos lamentan su partida, aseguran que: “desde el cielo danzara para nosotros” incluso llegaron a afirmar que murió este año y justo en la semana del Festival de Teatro con la tranquilidad, porque el país que amó desde pequeña por su cultura tanguera, logró estar en su ciudad. Quiso tanto el territorio Gaucho que pidió para el féretro de su sepelio las banderas de Colombia y Argentina, acompañado de sus cantantes favoritos Rosita Quiroga y Armando Moreno.

Escrito por:
Ángela Osorio Patiño 
@AngelaVosorio