Las calles de la capital caldense están prácticamente sin un carretillero, y son pocos los que se han dado cuenta de la sustitución de los vehículos de tracción animal. Ahora es normal que la indiferencia marque a la ciudad de las puertas abiertas.
No es extraño que en Manizales se encuesten a las personas sobre temas de actualidad, cosas frescas y sobre todo de lo que está pasando en el entorno. Y seguramente no entiendan de qué se les está hablando, pero lo más duro de entender es que gran parte de estos encuestados sean estudiantes universitarios, quienes serán los futuros gobernantes y guías de nuestro país.
Cuando se habla de indiferencia no se pretende ofender a los manizaleños, sino que se quiere constatar el poco interés que se ha generalizado en la ciudad por leer sobre temas de actualidad o quizás dejarlos a un lado porque al parecer son de poca utilidad.
Lo preocupante es que no es de beneficio para muchos estudiantes universitarios el hecho de saber qué va a pasar con 130 familias que se quedan sin empleo en la ciudad, debido a la ley 769 del 2002 que determina que hasta el 31 de enero del 2013 hay plazo para que salgan de circulación los carretilleros.
Sería satisfactorio al menos escuchar de los encuestados decir: “es bueno por los animalitos, porque ya no van a tener labores difíciles”. O que otros digan “el tráfico va a mejorar porque ya no hay obstaculización por parte de los semovientes”.
Sin embargo, nada de esto se escucha; finalmente el respiro de tranquilidad es concluir que hay indiferencia por los temas de actualidad que mueven a Manizales y no que la educación profesional es deficiente o de poca exigencia.
No es extraño que en Manizales se encuesten a las personas sobre temas de actualidad, cosas frescas y sobre todo de lo que está pasando en el entorno. Y seguramente no entiendan de qué se les está hablando, pero lo más duro de entender es que gran parte de estos encuestados sean estudiantes universitarios, quienes serán los futuros gobernantes y guías de nuestro país.
Cuando se habla de indiferencia no se pretende ofender a los manizaleños, sino que se quiere constatar el poco interés que se ha generalizado en la ciudad por leer sobre temas de actualidad o quizás dejarlos a un lado porque al parecer son de poca utilidad.
Lo preocupante es que no es de beneficio para muchos estudiantes universitarios el hecho de saber qué va a pasar con 130 familias que se quedan sin empleo en la ciudad, debido a la ley 769 del 2002 que determina que hasta el 31 de enero del 2013 hay plazo para que salgan de circulación los carretilleros.
Sería satisfactorio al menos escuchar de los encuestados decir: “es bueno por los animalitos, porque ya no van a tener labores difíciles”. O que otros digan “el tráfico va a mejorar porque ya no hay obstaculización por parte de los semovientes”.
Sin embargo, nada de esto se escucha; finalmente el respiro de tranquilidad es concluir que hay indiferencia por los temas de actualidad que mueven a Manizales y no que la educación profesional es deficiente o de poca exigencia.
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