lunes, 29 de octubre de 2012

(Perfil) Porque alguien hace algo que se debe contar. ¿QUIÉN SE PEGA HOY?

Toda una vida queriendo y cuidando a los caballos.

El manizaleño Gabriel Agudelo es carretillero desde hace más de 63 años. Este oficio es su vida entera, ya que le ha dado el sustento no sólo para él y toda su familia. Vive Feliz en lo que hace y no se cambia por nadie.

“Encarretarse con este oficio es lo más importante. Los animalitos (caballos) me han dado buena plata. Muchos de éstos sufren bastante porque hay personas que los tratan muy mal. Los que yo he tenido siempre los he cuidado y lo seguiré haciendo hasta que me muera”, afirma este hombre, quien a sus 73 años se ha encargado de preservar y embellecer tanto a sus carretillas como a sus ‘ponis’.

Una labor que para muchas personas puede ser degradante y hasta desagradable, pero para él, se convierte en la forma de guerrearse la vida, así llueva truene o relampaguee.

Su día día

Por lo general, Gabriel sale de su casa desde las 6.00 de la mañana y está de regreso a las 4:00 de la tarde, para ya descansar y relajarse en su hogar con su esposa y algunos de sus hijos. En su lugar de trabajo, La Galería y sus alrededores, se encarga de transportar productos de un lado a otro y de hacer lo que resulté para entretenerse y ganar dinero.

Tuvo 18 hijos y por todos ellos ha respondido. Ahora, ellos también le ayudan para que él se sienta incentivado y feliz. “Me he ganado todo honradamente, a veces me voy pelado y a veces con buen dinero. Lo importante es seguir juicioso y cuidar a los caballos que me acompañarán hasta la muerte”, insistió

Para él, trabajar como zorrero es bueno, porque se aprende a dominar a los animales, pero a su edad ya se siente cansando y sólo espera que el Gobierno Nacional o la Administración Municipal no lo olvide.

Tiene muchas anécdotas, pero lo que más recuerda fue cuando se encontró más de 300 mil pesos en la Galería. Para él fue muy chistoso porque el caballo en el que iba se tropezó contra un rincón y los dos cayeron al piso. Y en el lugar había una bolsa negra (en la que se encontraba el dinero) y a su lado 3 bananos limpios que también se los comió.

Cambios para su vida

Como es sabido, la ley 769 de 2002 exige que los vehículos de tracción animal estén fuera de circulación a partir del próximo año. También, prohíbe el tránsito urbano de animales en municipios de Primera Categoría del país y los municipios de categoría especial.

Una decisión que involucra a más de 80 personas que se dedican a este oficio. Y por eso estas personas piden que “Que no nos olviden”, ya que el transporte de tracción animal es una actividad realizada en Colombia desde hace más de 30 años. Esta actividad fue reconocida a través del Decreto 1344 de 1970 y en el Código de Tránsito con la Ley 53 de 1989.

Sin embargo, Gabriel reconoce: “Nosotros los ‘zorreros’ en muchas ocasiones no colaboramos con el espacio público. El Estiércol en las calles es muy incómodo para los transeúntes. Hay que reconocer que uno a veces le estorba mucho a los carros y motos”.

Lo que sí no está de acuerdo es que la ciudadanía le eche madrazos o lo insulte por andar a ‘paso de tortuga’ con el caballo y la carretilla. Por eso le quiere hacer una petición a la Administración Municipal para que le ayude con un ‘carrito’, en vez de las motos especiales que les darán a sus demás compañeros.

“Ya estoy muy viejito pa’ una moto de esas. Estoy yendo a jornadas de orientación ocupacional con La Alcaldía y me están ayudando a encontrar algo para hacer a partir del año entrante. Por ahora seguiré cuidando de mi animalito que lo quiero mucho, finalizó Gabriel Agudelo.

Escrito por:
John González
jjgonza150@hotmail.com

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